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La delincuencia en el ámbito del fraude electoral

Autor
Celso Japiassu
Fecha de publicado
22/04/2023
La dominación por medio de la manipulación de las mentes

El mundo vive en una época en la que la conexión instantánea, al mismo tiempo que reduce las distancias y pone en contacto a las personas, también revela lo peor del ser humano al propiciar la aparición de un nuevo tipo de criminalidad. El fraude político es solo uno de esos nuevos delitos, entre tantos otros que la siniestra imaginación del ser humano no se cansa de planear.
La elección de Trump en Estados Unidos, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, sin olvidar la cuestionada victoria de Bolsonaro en Brasil, sobre todos estos acontecimientos políticos existe la certeza de la manipulación del electorado a través del uso de internet. El mundo vive en una época en la que la conexión instantánea, al mismo tiempo que reduce las distancias y conecta a las personas, también revela lo peor del ser humano propiciando la aparición de un nuevo tipo de criminalidad. El fraude electoral es solo uno de estos nuevos delitos, entre tantos otros que la siniestra imaginación del ser humano no se cansa de planear.
Un informe de la directora ejecutiva de Europol
La belga Catherine De Bolle relaciona el brote de coronavirus con el aumento de la delincuencia y afirma que la pandemia ha sacado lo mejor, pero desgraciadamente también lo peor de la humanidad. Con un gran número de personas trabajando desde casa y unos sistemas de seguridad generalmente anticuados, los ciberdelincuentes se han aprovechado de esta situación. De Bolle destaca en su documento que "el impacto de la pandemia en la ciberdelincuencia ha sido la cara más visible e impresionante en comparación con otras actividades delictivas, ya que los delincuentes han sabido adaptarse rápidamente y apuntar a las ansiedades y temores de sus víctimas".
Ansiedades y temores
Las ansiedades y miedos mencionados por el director de Europol, referidos principalmente a delitos sexuales y fraudes financieros, fueron también los elementos emocionales más fuertes que Cambridge Analytica, donde trabajaba el conocido activista de extrema derecha Steve Bannon, explotó profundamente en sus campañas de noticias falsas ("fake news") dirigidas a dirigir el voto en las campañas electorales en las que estuvo a cargo de la estrategia. La planificación de estas campañas se dirigió principalmente a las distintas capas de la clase media, despolitizadas y, por tanto, más expuestas al populismo radical de derechas y a la explotación de sus ansiedades y temores. En Estados Unidos, el miedo al desempleo, a los mexicanos y a todos los inmigrantes; en el Reino Unido, el miedo al dominio de la Unión Europea y, en Brasil, el miedo a Lula y al PT. Son solo algunos ejemplos de las ansiedades y temores a los que se refería genéricamente el informe de Europol.
La estrategia de Cambridge Analytica y Steve Bannon, aunque sofisticada, es simple y tradicionalmente utilizada en la planificación de acciones de marketing comercial: se identifica el público objetivo por parámetros de clase social, edad, hábitos, creencias, luego se realizan algunas pruebas sobre la eficacia del tipo de mensaje que se les dirigirá.
En el caso de las campañas de marketing de producto, qué mensajes son capaces de influir en el consumidor. En estrategia electoral, aquellos que serán capaces de ganar corazones y mentes e influir en el voto.
El Big Data se encarga de identificar dónde está la audiencia deseada, rastrear perfiles electorales y tendencias de voto para luego bombardearles con los mensajes que quieren oír, la mayoría falsos y que dirigirán su pensamiento. Mensajes fraudulentos que explotan sus ansiedades y miedos. A partir de ahí, para tener éxito, confían en el comportamiento gregario, que casi nunca falla.
Incluso se ha acuñado un término - "dominio informativo"- para definir la técnica que difunde rumores, desinformación y noticias falsas. Fue la tarea asignada al llamado "Gabinete del Odio" de la era bolsonarista. Y que hoy se dedica a desestabilizar al Gobierno de Lula.
Guerras clandestinas
Cambridge Analytica, fundada por el multimillonario ultraderechista Robert Mercer, tuvo una vida efímera de cinco años (2013-2018) y quebró cuando salió a la luz el escándalo de la entrega a su favor de datos personales de usuarios de Facebook. Estos datos se utilizaron para elaborar perfiles psicológicos de esos usuarios con el fin de aplicarlos a estrategias de campañas electorales. Tras la quiebra, Cambridge Analytica resucitó bajo la forma de dos empresas diferentes, una llamada CA Political, responsable de la actividad y explotación del mercado político y electoral, y CA Commercial, para atender a clientes corporativos. Ambas están activas, la primera en operaciones sobre todo clandestinas en todo el mundo. Los clientes de CA Political son gobiernos y corporaciones militares que pretenden cambiar el comportamiento de la población en beneficio de sus objetivos, todos ellos alineados con los intereses de la derecha política. Utiliza tácticas inspiradas en estrategias de guerra desarrolladas por teorías y prácticas militares.
En 2018, Cambridge Analytica elaboró estrategias y ejecutó programas de desinformación y propaganda para más de 200 campañas políticas diferentes en todo el mundo. Todos los candidatos pertenecían al espectro conservador o abiertamente de extrema derecha, coincidiendo con la visión ideológica de Robert Mercer y Steve Bannon
Robert Mercer trabajaba como informático, especializado en inteligencia artificial. Trabajó en el laboratorio de investigación de IBM antes de dedicarse a las aplicaciones financieras y hacerse multimillonario gestionando fondos de alto riesgo y realizando varias inversiones muy rentables con rendimientos garantizados.
Steve Bannon fue banquero de inversiones antes de convertirse en estratega político. Editó una web especializada en "fake news" y teorías conspirativas llamada Breitbart News, guió la campaña de Donald Trump y fue estratega jefe de la Casa Blanca antes de ser despedido por el presidente. Después fundó "The Movement", una organización ideológica que pretende instalar gobiernos de extrema derecha en países de todo el mundo. Trasladó su sede a Bruselas, en las inmediaciones de las oficinas de la Unión Europea. Además de The Movement, también creó un portal llamado War Room (https://warroom.org/) para apoyar su militancia neofascista. El nombre "sala de guerra" revela claramente cuáles son sus intenciones. Incluso ha sido vetado en Twitter.
Cambridge Analytica sigue respondiendo como imputada a varias investigaciones penales tanto en Estados Unidos como en Reino Unido. Ni la empresa ni Bannon, y mucho menos Robert Mercer, han respondido nunca a lo que les han preguntado los periodistas. Las acciones de este grupo y sus ramificaciones han sido vistas como una amenaza global para la democracia.

Celso Japiassu es poeta, ensayista, periodista y publicista brasilero. Trabajó en el Diário de Minas como reportero, en Última Hora como jefe de información y en Correio de Minas como redactor jefe antes de pasar a la publicidad, donde se dedicó a planificar y crear campañas publicitarias. Ha colaborado con Carta Maior y actualmente con Forum 21. Actualmente vive en Oporto, Portugal.
Es autor de Poente (Editora Glaciar, Lisboa, 2022), Dezessete poemas noturnos (Alhambra, 1992), O último número (Alhambra, 1986), O itinerário dos emigrantes (Massao Ohno, 1980), A região dos mitos (Folhetim, 1975), A legião dos suicidas (Artenova, 1972), Processo penal (Artenova, 1969) y Texto e a Palha(Edições MP, 1965).

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